
Ginés Díaz asegura en el juicio que “fue terrible” ver a todas las autoridades en la inauguración de la bodega “sabiendo que era ilegal”.
Exculpada de ocho expedientes disciplinarios, la guardia civil asegura que no se va de Lanzarote: “Debe irse el acosador, no el acosado”.
La promotora inicial de la bodega, esposa del arquitecto que hizo el proyecto, declara que delegó “todo el papeleo”.
El tribunal considera que hay "prueba de cargo suficiente para declarar la autoría" del homicidio.
La investigación sobre las irregularidades con los cachorros, las adopciones, los perros peligrosos y los animales sacrificados quedó en suspenso por los expedientes abiertos a la sargento del Seprona, pero no se ha culminado.